4 de julio de 2013

Actualización rápida como las balas

Siempre intento encontrar algo de tiempo para subir fotos de Berlín, hablar un poco de mi situación kendoka actual y hacer alguna ilustración pero... Nunca tengo tiempo. Entre eso y que se me olvida... Soy un poco desastre infernal. Prometo que en no mucho pondré al día este blog.


¡Besitos de frambuesa para todos!

10 de abril de 2013

Destino Berlín

He pensado que si intento ilustrar todas (o la mayoría de) las entradas, me forzaré un poquito a dibujar y además me lo pasaré mejor. Así voy practicando y a lo mejor, con suerte, hasta hago algo decente. Así que atentos porque iréis apareciendo por aquí. Cambiando de tema...

Qué desastre debe ser verme desde fuera. O no, en realidad desconozco cuál es mi postura o mi empuje, aunque supongo que soy muy de volar por ahí entre golpes ajenos... Si es que lo pienso y me puse el men ayer.

Pobre Celis. Lo que tiene que aguantar.

Recuerdo esas clases de "ahora vamos a hacer [introduce aquí técnica samurai milenaria de contraataque que Estrella desconoce]". Blanca me quedaba. Ahora tampoco sé hacerlas, pero bueno, al menos algún nombre sitúo. Qué sensación de desasosiego, señores. Aquello era un descontrol absoluto. Cuando te han explicado lo que tienes que hacer por quinta vez y aún así no tienes ni idea, desistes, pones cara de que sabes perfectamente lo que estás haciendo y tiras lo que te da la gana. Además, yo que soy mucho de desesperarme, procuro no insistir demasiado si no me sale algo porque sino me hundo y lloro mucho y me voy. Llamadme débil, sí, es que siempre he sido muy delicadita.

Pero bueno, todos los días aprendo algo nuevo y veo algún tipo de progreso, lo cual me impulsa a tirar un poco del carro y volver al día siguiente con más ganas. O sin ellas, eh, todo hay que decirlo, pero es llegar al dojo y recuperar ese gusanillo que te dice: puedes llegar a ser buena, sabes que eso mola, te mueres por entrenar, ¿eh? Porque dime que no molaría mazo ir a competir a las Alemanias como mi sempai María Slocker (Marichanchan).

Porque sí chicos, ¡nos vamos a Berlín! Mirad que hermosa hora de la mañana es y yo no he hecho ni mochila, ni nada. Y aún tengo que ir a comprar múltiples carretes para mi Sardina. Estoy deseando ver kendo alemán y demás cosas alemanas como salchichas, cervezas o mujeres sin depilar. En fin, sacando conclusiones, no dejéis de ir a entrenar y de aprender técnicas milenarias. ¡Y deseadnos buen viaje! Besitos para todos y todas.

P.D.: ¡Muchas gracias por los comentarios! Me hacen mucha ilusión, de verdad verdadera.

8 de abril de 2013

Los inicios de algo grande

Un día pensé seriamente: me siento sola. Había algún tipo de vacío en mi interior, que cada vez se hacía más y más grande (más tarde descubriría por qué), y quería evitar a toda costa que aquello terminase por engullirme. No tengo claro que en qué momento me decidí por entrar a formar parte de la gran familia de Zanshin Madrid, pero considero que fue una de las mejores decisiones que he tomado nunca. Creo que no pudo ocurrirme nada mejor para encontrarme. A mí misma y a todos ellos.

Porque siempre lo diré: a veces, en el kendo, lo de menos es el propio kendo. Al menos para mí. A veces, cuando estás agotada, física y mentalmente, y te cuesta salir de la cama para ir a entrenar, piensas en todas las personas de las que vas a poder disfrutar, de las sonrisas que te sacan sin querer y de que todos los martes y jueves están ahí para ti, aunque ni siquiera ellos sepan lo mucho que les necesitas. Y si tienes que tirar del pensamiento de las cervecitas de después para ir, tira de eso, pero ve. Mi hermano siempre me lo dice: constancia. Es lo más importante en esto. Jamás me he sentido mal al salir de un entrenamiento, en cambio si que lo he hecho las veces que no he ido. Fuerza de voluntad y arrojo; llevando el tiempo que llevo tampoco puedo aportar mucho más. Pero ganas sí, ganas siempre.

Me he abierto este blog para poder dar mi propia visión sobre el kendo, para despotricar los días que todo me salga mal, para seguir otros blogs que me interesa leer y, sobretodo, para tener un lugar donde agradecer todo lo que han hecho por mí mis kendokas favoritos. No hablaré con tecnicismos y muchas de las veces estaré equivocadísima, pero creo que la opinión de una novata tampoco sobra y es algo que se ve poco. Supongo que me puede la ilusión.

Espero leeros por aquí. Un saludo de la pequeña kendoka y bienvenidos.